Tampoco los miembros de la Diócesis de Guadalajara que tuvieron conocimiento de las denuncias que pesaban en contra del sacerdote, como Ricardo Roqueñi, notificaron a las autoridades.
Al cuestionarle sobre el caso, vía telefónica desde Tlaquepaque, Jalisco, el sacerdote Ricardo Roqueñi dice que por órdenes de Juan Sandoval Iñiguez tiene prohibido “compartir ninguna información”, y descarta toda posibilidad de una visita al centro donde se escondió el hoy prófugo de Interpol.
Se busca al Cardenal, pero en el Arzobispado de Guadalajara informan que el prelado está “muy ocupado organizando el Congreso Eucarístico”.
La base de datos de la Coordinación de Control y Verificación Migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM), a cargo de Fernando Ochoa Buenrostro, tampoco tiene registro de las entradas y salidas de Enrique Vásquez a México, por lo que se presume que ingresó con documentos migratorios falsos.
Un grupo de investigadores de Casa Alianza detectó que, de agosto de 2003 a marzo de 2004, el sacerdote se desempeñó en Guinope, un pequeño pueblo del departamento de El Paraíso, Honduras, protegido por el arzobispo de Tegucigalpa, Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, uno de los más cercanos a la cúpula del Vaticano y reconocido como uno de los candidatos latinos a sustituir a Karol Wojtyla.
Hasta la fecha, el cardenal Oscar Rodríguez no ha sido solicitado por la Fiscalía encargada de las indagatorias en contra de Vásquez, aunque públicamente ha declarado y justificado su encubrimiento hacia este tipo de delitos.
En 2002, en respuesta a los escándalos sobre numerosos casos de pedofilia cometidos por sacerdotes católicos en Estados Unidos, en una conferencia en Roma, el cardenal señaló que los sacerdotes son pastores y “no agentes del FBI o la CIA”.
“Para mí sería una tragedia reducir el papel de un pastor al de un policía”, dijo en respuesta al reclamo social del por qué en lugar de denunciar a sacerdotes abusadores de niños, los cardenales los protegían.
Con el amparo de este cardenal, durante los siete meses que permaneció en Guinope, distante a 60 kilómetros de Tegucigalpa, Vásquez organizó excursiones con los niños de la comunidad hasta por tres días, según indagatorias de Casa Alianza en este poblado.
Desde octubre de 2003, hasta marzo siguiente, Vásquez vivió con un joven de 14 años de edad llamado Pablo Bermúdez Trejo.
De manera repentina, el 8 de marzo de 2004, Vásquez comunicó a sus feligreses que la enfermedad de su madre lo obligaba a viajar a Miami. Ese mismo día se trasladó hasta el aeropuerto de Tegucigalpa, pero no viajó a Estados Unidos, sino a Nicaragua.
Publicado: Octubre 1a quincena de 2006 | Año 4 | No. 65
Texto publicado originalmente en Contralínea 31, de octubre de 2004