El día había llegado, Hello Seahorse, Rebel Cats y Torreblanca entre otros estarían en el mismo escenario ¿Increíble cierto? Como en todo evento hecho en el Zócalo de la Ciudad de México se debe casi madrugar para tener un lugar privilegiado, ésta no fue la excepción. Apenas abrieron el acceso a las 11 am. ya se veían las primeras personas.
Cada artista que tocaba cuando el sol cobraba mayor fuerza era como un imán que atraía a más y más gente. Fue a partir de Los Fascinantes que dieron nos luz verde para vivir el concierto a unos metros del inmenso escenario. Con un público muy numeroso Los Fascinantes causaron gritos y aplausos que ya pedían a los artistas principales.
Los siguientes en subir al escenario fueron Triciclo Circus Band, sin duda un grupo que encarna la creatividad, emociones y una experiencia distinta en toda la extensión de la palabra, a cada nota exhalada de sus instrumentos hacen notoria su originalidad.
Con canciones como “El amor” hicieron de la explanada del Zócalo una pista de baile, el romance que se siente en cada pieza de Triciclo es un privilegio para los oídos. una tarde totalmente divertida con esta genial banda, que combina folk, vals, tango, polka y sonidos hasta ahora novedosos en su ejecución y combinación. Visionarios en todos los aspectos, Triciclo Circus Band no conoce límites en su experimentación musical, sin perder la espontaneidad de su ritmo.
Triciclo es imprescindible en nuestra lista de canciones, pero no se compara con el espectáculo que desarrollan en vivo, quedando en lo profundo de nuestra mente y corazón. Como su última canción “No corro, no grito, no empujo” y no olvido la fantasía que hicieron vivir al Zócalo en esa tarde perfecta.
Entre música de fondo la gente pedía a 60 Tigres, pasando las 5 de la tarde el sueño se cumplía, Mr Racoon nos invitaba a esta fiesta, a este concierto que aún tenía mucho que dar. La energía de 60 Tigres llegó a un punto tan alto que el cielo no pudo más y descargó una granizada que nos recordó por qué la música une a miles de personas, soportando todo tipo de situaciones adversas.
La explanada temblaba de la energía dada por el público que hizo que incluso la lluvia, en lugar de apagar el ánimo, aumentaran los aplausos y el apoyo a esta banda. Los integrantes de 60 tigres se debieron llevar una impresión muy buena de este concierto, pues desde sus más fieles seguidores, hasta las personas que por primera vez los escuchaban tuvieron muy claro porque ha crecido tanto.
La lluvia cesó mientras el staff preparaba el escenario para Torreblanca, cada vez mejoraba más la ya avanzada tarde. Juan Manuel Torreblanca se acercó al piano mientras los demás tomaban su lugar, un intro dio paso a “Roma”, ese éxito que desde 2012 les ha abierto muchas puertas. Una canción tras otra los acordes encantaban a los presentes. Pero mejoraría aún más, pues anunciaron el lanzamiento oficial de su nuevo material discográfico “El polvo de la luz”. La interacción con el público fue casi como si cada persona en el lugar fuera ya un viejo amigo, ese tipo de experiencias hacen realmente grande a un artista.
Por un momento creímos que el concierto no podía mejorar más, con los pies mojados y la garganta ya desgastada de tanto gritar las luces se apagaron. Fue entonces cuando Vince Monster de Rebel Cats dio sus primeros pasos en el escenario y claro, el grito unido de todos los jóvenes fue el preludio ideal para lo que nos aguardaba, pues estos felinos son muy conocidos por la locura que caracteriza sus conciertos.
La euforia del público llegó a tal punto que los presentes hicieron vibrar como nunca el Zócalo bailando y saltando, esta banda tenía un as -varios de hecho- bajo la manga, el primero fue cuando Ale Moreno de Ruido Rosa sedujo los ojos y oídos de todos, paseando por el escenario al ritmo de los felinos agradeció a la gente dejando el concierto en manos del cuarteto. Y no, no fué la única invitada por los felinos, entre la alineación de ensueño se encontraban Randy (Molotov), Abulon (Victimas del Doctor Cerebro), Daniel Gutiérrez (La Gusana Ciega) y su último invitado, con una camisa blanca que relucía hasta lo más lejano de la explanada llegó Paco Familiar de DLD para enseñarnos que en la música no hay rivales, hay colegas y amigos con los cuales, no importando su trayectoria, podemos crear cosas impresionantes. A la menor oportunidad que tengan de ver a esta banda que sigue fiel a su género e ideología vayan, pues como nosotros, sabrán que más que describirlo, hay que vivirlo.
La catedral decoraba el fondo del escenario en esta noche más que perfecta, entonces acercaron la batería de Boonz y los sintetizadores de OrodeNeta de Hello Seahorse!. Saludando al público subieron los músicos con una trayectoria privilegiada al escenario, dando lugar a la entrada de Denise, todos enamorados de este ícono musical se desvivieron a cada canción interpretada por los que cerraron una noche difícil de distinguir si fue una maravillosa experiencia o un sueño. Sólo queda como testigo el cuerpo cansado pero alma en llamas, la voz afónica y falta de aliento que la alineación lograda por este concierto pudieron crear.